Los cielos son iguales.
Azules, grises, negros,
se repiten encima
del naranjo o la piedra:
nos acerca mirarlos.
Las estrellas suprimen,
de lejanas que son,
las distancias del mundo.
Si queremos juntarnos,
nunca mires delante:
todo lleno de abismos,
de fechas y de leguas.
Déjate bien flotar
sobre el mar o la hierba,
inmóvil, cara al cielo.
Te sentirás hundir
despacio, hacia lo alto,
en la vida del aire.
Y nos encontraremos
sobre las diferencias
invencibles, arenas,
rocas, años, ya solos,
nadadores celestes,
náufragos de los cielos.
Salinas, Pedro. La voz a ti debida
Cocinar en Navidad
Fa 10 hores
2 comentaris:
Cal tenir paraules per comentar el poema? A mi amb Salinas em costa.
El més curiós és pensar que potser no estava pas enamorat en la gran majoria dels poemes, la gràcia dels poetes, o no?
Una abraçada!
No en calen, de paraules, a vegades més aviat sobren. És curiós que no estigués enamorat, no ho sembla pas! Un petonet!
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